EL DIAFRAGMA: EL MÚSCULO DE LA RESPIRACIÓN
El diafragma tiene como función principal, la respiración y de ello os quiero hablar hoy en este Post. También tiene un papel muy importante a nivel estático-postural, visceral y emocional; sin embargo, esta cuestión la dejaremos para publicaciones futuras.
Pero, ¿de qué hablamos exactamente cuando hablamos de este músculo?
El diafragma torácico se encuentra entre las cavidades torácica y abdominal, a modo de paraguas y forma una doble cúpula; tiene inserciones en las seis últimas costillas, el esternón y mediante sus pilares, en la 3 primeras vértebras lumbares.
Está inervado además por los nervios frénicos, que abandonan la médula entre la 3ª y 5ª vértebra cervical. Asimismo se ve atravesado por el esófago, la vena cava y la arteria aorta y tiene relación directa con los pulmones y el corazón por arriba, y con el hígado y el estómago por debajo e indirectamente, con la totalidad de las vísceras abdominales.
Como corredores, tenemos muy claro cuán importante es la respiración en nuestras sesiones de entrenamiento y en carrera; lo que nos preocupa es saber cómo podemos captar y llevar el máximo de oxígeno posible a nuestros músculos de las extremidades inferiores, nuestras piernas.
Pues bien, el máximo responsable de nuestra capacidad aeróbica y de que en nuestros pulmones entre el máximo aire posible con cada inspiración es el diafragma. Y siendo de tal importancia, ¿cuántos de nosotros, los runners, realizamos algún tipo de cuidado para su correcto funcionamiento?
Veamos al detalle cómo trabaja; cuando inspiramos, el diafragma se contrae, provocando un ensanchamiento tridimensional de la cavidad torácica, lo que facilita la entrada de aire lleno de oxígeno a nuestros pulmones. A través de los alvéolos, este oxígeno pasará a la sangre y ésta lo distribuirá por todo el organismo.
Cuando corremos, gran parte de este oxígeno irá a la musculatura de las extremidades inferiores. Así también, el CO2 de la sangre pasará al aire de los pulmones, para que al relajarse el diafragma en la espiración, el espacio torácico se vea disminuido y el aire sea expulsado.
La conclusión es clara, entonces: la correcta oxigenación y limpieza de la musculatura durante la carrera nos ayudará a mejorar nuestro rendimiento deportivo y dependerá totalmente del óptimo funcionamiento del diafragma, de que sea capaz de realizar una correcta contracción y una correcta relajación o estiramiento.
Como osteópatas, en nuestros pacientes buscamos cualquier pequeña disfunción en las estructuras, vértebras, costillas, vísceras, etc., que estén relacionadas con el diafragma y que puedan estar interfiriendo en su correcto funcionamiento.
Sin embargo, es posible trabajar su mantenimiento y aquí os dejo un estiramiento sencillo que seguro os ayudará a cuidar mejor vuestro diafragma: estirado en el suelo en decúbito supino (es decir, boca arriba) y con las piernas flexionadas, introduce suave y paulatinamente tus dedos por debajo de las costillas en ambos lados del esternón, tal y como se muestra en la foto.
Al inspirar, acompaña a las costillas hacia arriba y al espirar, intenta frenar suavemente su bajada, mientras deslizas tus dedos hacia los lados, bajo las costillas.
Y en futuros Posts, hablaremos de la no menos importante función estático-postural del diafragma para la carrera. ¿Qué os parece?