EMPEZAR CON BUEN PIE
No cabe duda alguna: los pies son una parte vital del cuerpo, son nuestro punto de apoyo principal. Tienen más de 126 huesos, 19 músculos, 33 articulaciones y más de 100 tendones y todo ello es lo que nos permite caminar, saltar, correr, escalar o bailar.
Aun siendo tan importantes, es muy habitual olvidarnos de que existen y de hecho, no les prestamos la atención que realmente se merecen. Sólo nos acordamos de nuestros pies cuando nos envían señales de que algo no va bien: porque tenemos dolor, porque están hinchados o porque practicando running nos hemos lesionado.
Escoger bien el calzado es una parte importante cuando hablamos de «mimar» a nuestros pies. De hecho, los zapatos se remontan casi casi a los orígenes del hombre, cuando proteger los pies de las inclemencias del tiempo y de las adversidades del terreno era algo primordial. De las primeras pantuflas, pasando por las sandalias romanas o los ahora tan populares tacones de 15 cm, el calzado ha sufrido millones de cambios, desde el uso e incorporación de nuevos materiales, su proceso de industrialización o el peso específico que tiene la moda en su diseño.
Hay elementos básicos que aunque son de Perogrullo, seguimos obviando: el calzado debe adaptarse a nuestro pie y no a la inversa y según nuestras características habrá calzado más o menos adecuado: según la edad, la actividad que queramos realizar, las características físicas de cada uno…
Y aquí es donde entramos nosotros: pies, práctica de deporte y cómo no, el running. Hay que saber escoger bien las zapatillas que vamos a usar para evitar lesiones de pie o de tobillo. Si eres adicto a correr o vas camino de serlo, es imprescindible ir bien calzado para la ocasión.
Tus zapatillas de running deben absorber el impacto y deben cumplir unas exigencias mínimas que iremos desgranando poco a poco en esta sección. Es importante que se ajusten bien al pie, de manera que te permitan mantenerte en tu posición natural en cada movimiento (no todos corremos de la misma manera, ¡claro está!).
Y lo más importante: su uso deber ser única y exclusivamente para tus sesiones de running. No es recomendable utilizar el calzado deportivo para otras actividades diferentes, ¿lo sabías?
En tus pies hay todo un mundo por descubrir y en artículos futuros intentaremos darte las pistas y consejos necesarios para que empieces a cuidarlos como es debido y evites lesiones futuras.
¡Nos estrenamos!