OBJETIVO: MARATÓN. LA OSTEOPATÍA PUEDE AYUDARTE EN SU PREPARACIÓN
El sueño de muchos corredores populares, su ilusión máxima, es correr una maratón. Y dentro de sus planes, cada uno tendrá su propia guerra: simplemente completar el recorrido, bajar de las 4 horas, mejorar la marca personal o ya acercándose a objetivos “casi de élite”, bajar de la mítica barrera de las 3 horas.
Cuando unos meses antes nos fijamos nuestro objetivo, solemos buscar medios, herramientas que nos ayuden a lograrlo:
Plan de entrenamiento: personalizado con la ayuda de un entrenador, adaptando a nuestro objetivo personal uno de los muchos planes que se consiguen por internet o buceando en libros del estilo “El método de Abel Antón”.
La tecnología, una gran aliada: nos permite monitorizar nuestras sesiones y controlar la consecución de nuestro plan de entrenamiento. En la actualidad hay multitud de opciones; relojes de pulsera que monitorizan la frecuencia cardiaca, ritmos y distancia por medio de GPS o los famosos acelerómetros, por ejemplo.
Un buen calzado: las malas experiencias y los compañeros veteranos que nos acompañan en esta aventura nos recomendarán que visitemos comercios especializados para encontrar las zapatillas más adecuadas a nuestras características: sexo, tipo de pisada, peso, nivel deportivo, volumen de entrenamiento, etc.
Todo ayuda, es cierto, pero parémonos a reflexionar un segundo: ¿no es nuestro CUERPO, entendido como un todo, la máquina que realmente nos llevará a meta? Si la respuesta es SÍ, te pido que seas sincero contigo mismo y respondas las preguntas que siguen para saber cuán importante es para ti tu cuerpo:
¿Te has preguntado antes de comenzar el plan de entrenamiento cómo están tus articulaciones, tus músculos o tu salud en general?
¿Y la columna vertebral, en qué estado está?
¿Tienes algún bloqueo, alguna disfunción a nivel vertebral, a nivel costal o a nivel diafragmático que quizás provoque que el hígado, riñones, corazón o pulmones no realicen su trabajo en las mejores condiciones?
Y una vez empezado tu plan, ¿cuán importante es para ti mantener la “máquina” en buen estado? ¿Cómo puedes prevenir lesiones que puedan obligarte a parar tu plan o dificultar tu llegada a meta?
¿A cuántos de nosotros nos ha entrado el pánico al vernos lesionados o enfermos justo en las últimas semanas antes de la maratón? ¿Qué hacemos entonces? ¿Correr en busca del milagro?
Dice el refranero popular que «lo que bien comienza bien acaba«. Un ejemplo: cuando tenemos que realizar un largo viaje con nuestro automóvil, solemos acudir al mecánico para que efectúe una revisión y nos lo ponga a punto para no sufrir ningún contratiempo, verdad?
Lo mismo debería ser cuando te planteas prepararte una maratón. Cuando decides empezar tu plan de entrenamiento 4-5 meses antes del «Día D«, tienes por delante un largo camino y en este viaje tu cuerpo se convierte en el vehículo con el que vas a sumar muchos kms.
Si emprendes el viaje con tu cuerpo equilibrado, en un estado de salud óptimo, y lo vas manteniendo periódicamente, tu «máquina» te llevará a conseguir tu objetivo sin contratiempos.
Por el contrario si inicias la marcha con pequeñas e imperceptibles disfunciones en tu organismo, a medida que avanzas en el plan y que la carga de entreno aumenta, estas disfunciones pueden dar paso a molestias que dificulten el seguimiento del plan o incluso a que aparezca alguna lesión que detenga tu avance.
Lo ideal sería que antes de emprender tu viaje hacia la meta de la maratón consultaras al mecánico de tu cuerpo: el osteópata. En una primera visita, buscaremos esas pequeñas disfunciones, a modo de restricción de movimiento en tus articulaciones y en tus tejidos, y las iremos normalizando para que así tu cuerpo comience el plan de entrenamiento en buen estado.
A posteriori y durante los meses de preparación, el osteópata te ayudará a recuperarte de la huella que el entreno va dejando en tu organismo: microtraumatismos, contracturas, acumulación de ácido láctico y toxinas, debilitamiento del sistema inmune a medida que se va acumulando la carga de entreno, añadido a otras circunstancias como vida laboral, familiar, etc.
El objetivo lo tienes fijado; los «gadgets«que te acompañarán en este viaje, también. Sólo falta que a tu cuerpo le des el trato que se merece. Porque al final, el secreto está en disfrutar de lo que hacemos, sin sobresaltos y sufrimientos innecesarios. Cuídate!
Salud & kms!