EL DIAFRAGMA Y NUESTRA POSTURA EN CARRERA
En el Post que publicábamos hace nos unos días, hablábamos de la importancia que tiene el diafragma torácico durante la carrera, ya que es el máximo responsable de que nuestra musculatura se oxigene como debe mientras corremos.
Comentamos también la relevancia que tiene este músculo a nivel estático-postural y cuán importante es que esté en condiciones óptimas para conseguir una buena técnica de carrera.
Teniendo en cuenta que el diafragma está directamente relacionado con el psoas y que éste a su vez se inserta en el fémur, podemos deducir fácilmente que existe una relación directa entre el diafragma torácico y nuestras extremidades inferiores.
Asimismo, el saco pericárdico, la membrana que a modo de bolsa envuelve nuestro corazón, se adhiere totalmente a la cara superior del diafragma, como también a nivel dorsal y cervical, por lo que es fácil prever que una restricción del diafragma nos puede hacer correr con el pecho o las cervicales hundidas.
Podemos afirmar entonces que el diafragma está vinculado con cualquier movimiento por su relación con las cadenas musculares; los pilares posteriores lo relacionan con las cadenas de extensión, su fascículo anterior tiene relación directa con las cadenas de flexión por los rectos abdominales y los fascículos laterales con las cadenas cruzadas.
La relación de nuestro diafragma con las cadenas cruzadas es muy importante, ya que éstas son las encargadas de preservar el equilibrio: al correr, cuando un hombro va por delante, el otro va hacia atrás; cuando una iliaca se adelanta, la otra retrocede. Corremos justo en esa frontera de desequilibrio vs equilibrio, por lo que si el diafragma está afectado, otros componentes de la cadena no trabajarán adecuadamente y quizás se lesionen.
La osteopatía normaliza el movimiento del diafragma y/o de las estructuras como vértebras o vísceras que pueden interferir en el movimiento. Y es que lo que es realmente importante es que el diafragma esté siempre libre.
Otro de los motivos por el cual damos gran importancia al diafragma es por ser un músculo que forma parte del sistema anti gravitacional. Cuando corremos, deberíamos tener una posición erguida, de crecimiento; sin embrago, si tuviéramos que mantener esta posición mediante un trabajo muscular permanente, estaríamos agotados!
De hecho, el mantenimiento de esta estática erguida depende de cuatro factores: el esqueleto, las fascias (en especial la cadena fascial posterior), el equilibrio entre la presión intra-torácica y la presión intra-abdominal. Y es ahí donde el diafragma interviene en el mantenimiento de este equilibrio. De hecho, cuando este sistema nos falla, será la contracción de los músculos la que mantenga nuestra posición erguida, de auto crecimiento y que a futuro, nos podría provocar lesiones.
Así que, ¡ya sabéis! Si queréis correr mejor y prevenir lesiones, no olvidéis cuidar vuestro diafragma.
Feliz verano a tod@s!!